El lunes, 16 de marzo, la Universidad de La Laguna (ULL) notificaba que se desalojarían todos los colegios mayores y residencias de la institución, salvo a los estudiantes que están en el cupo de solidaridad y a los de Erasmus. El martes 17 se mandaba un correo a las direcciones de residencias y colegios mayores dando de plazo hasta el jueves 19 a las 12:00 para que todos los alumnos se fuesen. Hoy, 18 de marzo, la ULL saca un comunicado público tras presiones internas de la comunidad educativa donde justifican públicamente las medidas tomadas.
Desde la Coordinadora de Estudiantes en Lucha de Tenerife (CELT) creemos que era necesario tomar medidas para garantizar condiciones de seguridad en las estancias, pero que se han tomado sin tener en cuenta a la comunidad afectada y con muy poco tacto. No se puede pedir comprensión al alumnado al que se le notifica que tiene que abandonar su residencia en tres días cuando hay restricciones de transporte entre islas. No se puede pedir proactividad a las organizaciones estudiantiles y sindicales a las que no se comunican las políticas que les afectan directamente.
Solicitamos a la Universidad de La Laguna y al Gobierno de Canarias que asuman los costes de desplazamiento que ha tenido el alumnado desalojado a contrarreloj. Cancelar las tasas de una residencia que no van a tener es fundamental, pero también lo es asumir el coste a las familias canarias de clase trabajadora, que son las que engrosan los servicios de alojamiento de la ULL, en un desplazamiento forzado.
Por último, demandamos a los servicios de Salud Pública que se haga un seguimiento al estudiantado desalojado, ya que pueden ser portadores asintomáticos del coronavirus y, por tanto, estas medidas pueden estar poniendo en riesgo a sus familiares, especialmente a las personas de riesgo.
